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sábado, 12 de octubre de 2013

ANUNAKIS EN PERU III La conexión Lambayeque y Naylamp



Anunnaki Naylamp
Tumi o cuchillo ceremonial realizado por la cultura Chimú que representa al Anunnaki Naylamp, 
En las entregas anteriores de esta serie hemos revisado el posible contacto entre los Anunnaki, alienígenas venidos del planeta Nibiru, y la culturas Tiahuanaco, Sechín y Chavín. Según las teorías de Zecharia Sitchin, los Anunnaki vinieron a América a extraer oro y otros metales.
Ahora vamos a tratar la posible llegada de los Anunnaki a la costa norte del Perú, donde se desarrollaron notables culturas como la cultura Lambayeque, la cultura Mochica y la cultura Chimú, conocida en el mundo entero por sus trabajos en oro.
Los fundamentos de la cultura Chimú (siglo XIV-XV d.C.) se encuentran en la cultura Lambayeque creada alrededor del siglo VII d.C. por viajeros que llegaron del norte, a través del mar, a las costas del Perú. La historia mitológica que relata este hecho se conoce como el mito de Naylamp. Indirectamente, la historia de Naylamp es el mito fundador de la cultura Lambayeque, Chimú y Mochica.
El cronista español Miguel Cabello de Balboa recogió la historia de Naylamp contada por uno de los descendientes de estos viajeros, en su crónica “Miscelánea Antártica” (1586).
Según la crónica de Cabello de Balboa, en tiempos remotos llegó a la costa norte del Perú un cortejo de barcas con cientos de personas a bordo. El jefe de la expedición era un gran señor llamado Naylamp quien traía consigo una estatua labrada en una piedra de color verde con su rostro. Este ídolo fue llamado Yampallec (que quiere decir figura y estatua de Naylamp). Cabe destacar que Yampallec es la palabra de dónde se deriva al nombre de Lambayeque.
La comitiva que rodeaba a Naylamp era impresionante. En su ejercito habían cuarenta oficiales, e incluía un sonador de Pututo, un encargado de las andas, un preparador de bebidas, un preparador de baño, un maquillador, un cocinero, un tejedor de ropas y un personaje encargado de esparcir polvo de conchas marinas por donde su amo iba a pasar. Naylamp venía acompañado, también, por un grupo de concubinas, entre las que destacaba la que los nativos identificaron como su mujer, Ceterni.
La delegación desembarcó en la costa peruana y luego de escoger explorar la zona construyeron un templo o palacio llamado Chot, donde albergaron su ídolo de piedra verde.

Anunnaki Naylamp en su balsa
Ilustración de la llegada del Anunnaki Naylamp a las costas del Perú, con su ejército de olmecas.
Naylamp trajo la civilización a los habitantes de aquellas tierras y ellos vivieron prósperamente bajo su reinado. El relato que recogió Cabello de Balboa cuenta que Naylamp vivió muchos años entre los nativos hasta que llegó el tiempo de su muerte. Sus vasallos de confianza, que siempre lo vieron como un ser inmortal sobre el que la muerte no tenía jurisdicción, lo sepultaron a escondidas en el lugar donde su rey había vivido y corrieron la voz que a Naylamp le habían crecido alas y había desaparecido, presumiblemente volando. La mayoría de los nativos, que no sabían que esto era un cuento inventado por los vasallos más cercanos de Naylamp para ocultar su decepción ante su muerte, lo buscaron desesperados sin encontrarlo.
Este es, en resumidas cuentas, el mito fundador de la cultura Lambayeque que siglos después daría origen a la cultura Chimú. Veamos algunos detalles interesantes que nos pueden aportar otra perspectiva para la interpretación del mito.
Si Naylamp realmente existió, ¿Quién era? ¿De dónde pudo haber venido?

El Anunnaki Naylamp

Para Los Divulgadores, Naylamp fue un Anunnaki que pasó tiempo suficiente con los olmecas de Mesoamérica como para aprender su lenguas, y que navegó hasta las costas del Perú con un ejército de olmecas.
¿En qué nos basamos para hacer estas afirmaciones?

El factor lingüístico es determinante para establecer el origen de Naylamp y de su ejército. Nombres como Yampallec, Occhocalo, Xam Muchec, Ollop-copoc o Llapchiluli, todos acompañantes de Naylamp, tienen evidentes connotaciones mayas. Como sabemos, los mayas tuvieron influencia cultural de los olmecas. La lengua de los olmecas se denomina protomayahuasteca y fue la que, posteriormente, se dividió en los dialectos maya y huasteca. Entonces, la comitiva de Naylamp pudo haber estado formada por olmecas. El Anunnaki Naylamp podría haber pasado un tiempo en América central,  mientras reclutaba un ejército de olmecas para aventurarse hacia las costas del Perú.
Otro elemento importante a considerar es el famoso ídolo verde que trajo Naylamp y que lo representaba.

Anunnaki Malaquita Naylamp
El ídolo que el Anunnaki Naylamp trajo con su comitiva podría haber estado hecho de malaquita.
Algunas teorías sostienen que el ídolo que trajo Naylamp estaba hecho de jade verde. Es posible porque las culturas mesoamericanas trabajaron el jade y le otorgaron más valor que al oro. El problema es que los trabajos en jade realizados por estas culturas son, en su gran mayoría, pequeños. La civilización olmeca utilizó el jade, mayormente,  para hacer hachas. Los mayas lo usaron para crear pendientes, cuentas, incrustaciones, y figuras de jade. Estas figuras varían en tamaño desde miniaturas que caben en la palma de la mano hasta trabajos como la máscara encontrada en la tumba de Pakal, que tiene el tamaño promedio de un rostro humano. La escultura maya de jade más grande que conocemos es la cabeza del dios Sol encontrada en Altun Ha, con un peso de casi 5 kilos.
Sin embargo, ni siquiera la cabeza de Altun Ha sería lo suficientemente grande para encajar en la leyenda de Naylamp. La comitiva de Naylamp era numerosa e impresionante, para que un objeto resaltara entre toda esa multitud tendría que haber sido más grande que la cabeza encontrada en Altun Ha. Además, si Naylamp y su séquito se dieron el trabajo de construir un palacio o templo para albergar la estatua, esta no puede haber sido tan pequeña.
Lo anterior no descalifica la teoría del jade, pero si la hace muy improbable. Los mayas y los olmecas realizaban esculturas grandes pero no en jade.
Otros investigadores e historiadores han dado por sobreentendido que el ídolo estaba hecho de esmeralda pues esta tiene color verde y por qué en otras culturas americanas existen ídolos de esmeralda. Para Los Divulgadores, es una equivocación.
Los Divulgadores sostenemos que el ídolo de Naylamp estuvo hecho de malaquita. Una piedra verde proveniente del Congo africano que tiene extraordinarias propiedades curativas no sólo a nivel físico sino también psíquico.
El ídolo no podría haber estado hecho de esmeralda pues los cronistas españoles conocían bien esa piedra y hasta la llamaban por su nombre. El cronista español Fray Pedro Simón (1574-1628) nos narra el esclarecedor siguiente pasaje.
“Algunos días antes que llegara el comendador don Diego de Ordás (año 1530) a este golfo y bocas del rio Marañón, se había cogido por allí cerca una canoa con cuatro indios y hallado entre ellos dos piedras de esmeralda, la una tan grande como la mano.“ (Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las Indias occidentales, vol.1, pág. 253)

Esculturas mayas jade
Esculturas mayas en jade. Arriba a la izquierda tenemos la máscara encontrada en la tumba de Pakal. Abajo a la derecha podemos apreciar la escultura maya de jade más grande que hemos encontrado: la famosa cabeza del dios Sol de Altun Ha. Las otras dos esculturas son mucho más pequeñas.
Los indios también conocían bien a la esmeralda y no habría representado ninguna novedad para ellos. La presencia de esta piedra preciosa fue, gracias al comercio, tan común entre los incas, que los españoles supusieron que en el Perú existían minas de esmeralda. Por otro lado, la malaquita era una piedra pocas veces vista en el continente americano.
Según las teorías de Zecharia Sitchin, los Anunnaki llegaron a América central en busca de oro, acompañados de un grupo significativo de habitantes de pueblos indoeuropeos y africanos. Esto podría explicar como un ídolo de tamaño considerable hecho de una piedra originaria de África central, como la malaquita, llegó hasta las costas del Perú.
En la siguiente entrega seguiremos analizando la historia de Naylamp y su relación con los Anunnaki.

Naylamp el Anunnaki rebelde
Naylamp, el fundador de la cultura Lambayeque del Perú, podría haber sido un Anunnaki.
En la entrega anterior de esta serie sobre la conexión entre los Anunnaki y las culturas del antiguo Perú vimos que Naylamp, el personaje fundador de la cultura Lambayeque, pudo haber sido un Anunnaki que llegó a las costas del Perú con un ejército de olmecas.
La fuente principal sobre la historia de Naylamp es el relato recogido por el cronista Cabello de Balboa (1535-1608) durante la conquista española. En este relato, se cuenta que Naylamp trajo consigo una estatua de si mismo, tallada en una piedra verde. La estatua fue llamada Llampayec que significa que quiere decir figura y estatua de Naylamp.
Algunos historiadores sostienen que la estatua estaba hecha de esmeralda o jade verde, Los Divulgadores propusimos en la entrega anterior de esta serie que la estatua estaba hecha de malaquita. En esta entrega seguiremos explorando esa posibilidad.
Si la estatua de Naylamp estaba hecha de malaquita, una posibilidad sería que el Anunnaki Naylamp haya conseguido la malaquita en África mientras la expedición Anunnaki pasaba por ese continente. Naylamp habría llevado la malaquita en bruto a América central donde habría ordenado a algún artesano olmeca o maya que hiciera un ídolo con su figura. También podría ser que un africano que partió de África con los Anunnaki haya llevado consigo la piedra hasta América Central, donde la cambió o se la regaló al Anunnaki Naylamp.
Si el ídolo estaba hecho de malaquita, como sostenemos, esto probaría la migración de la mano de obra africana a América central junto con los Anunnaki.

El polvo rojo y el Anunnaki

El mito de Naylamp cuenta también que uno de sus acompañantes esparcía un polvo rojo por donde iba a pasar su señor Naylamp. Según los nativos, este polvo era Spondylus molido y lo llamaban Mullu. Aquí existe un detalle que merece ser destacado.
En varios textiles de la cultura Paracas, que se desarrolló en la costa sur del Perú entre el 800 a.C. y el 100 a.C., se han encontrado personajes y divinidades portando collares de Spondylus, y con el cuerpo pintado con formas de esta especie. Más aún, según las investigaciones de la historiadora María Rostoworoski, el Mullu era indispensable para hacer llover. Los indígenas ofrecían el polvo de Spondylus a los dioses para evitar sequías. El Spondylus era, en la mayoría de las culturas del antiguo Perú, el alimento de los dioses. El hecho de que alguien lanzara polvo rojo al paso de Naylamp nos indica que los nativos lo consideraban un dios.
El relato de Cabello de Balboa nos cuenta que quien lanzaba el polvo rojo no era uno de los nativos de la costa norte del Perú, sino alguien que llegó con Naylamp. Es decir, la comitiva de Naylamp ya conocía esta costumbre antes de llegar al Perú.

El polvo rojo del dios Anunnaki
La costumbre de echar polvo rojo de Spondylus al paso de Naylamp es una práctica que la comitiva olmeca de Naylamp podría haber adoptado en su paso por Colombia o Ecuador.
¿Cómo y dónde la podrían haber adoptado?
La costumbre de ofrecer polvo de Spondylus a los dioses se encuentra en otras culturas de la costa del pacífico. Probablemente, Naylamp y su séquito hicieron escala en las costa de Colombia y Ecuador antes de llegar al Perú. En algunos de estos lugares, un nativo podría haber empezado a lanzar polvo de Spondylus espontáneamente al paso de Naylamp,  como una forma de reconocerlo como un dios. La comitiva de Naylamp podría haber adoptado esta costumbre para facilitar que los diferentes pueblos de la costa del pacifico reconocieran a Naylamp como un dios.
Si Naylamp hubiera llegado a las costas de Colombia y Ecuador, tendríamos que encontrar algún rastro de su visita en los relatos recogidos por los españoles. Coincidentemente, existen crónicas de la conquista que relatan historias similares a las de Naylamp en las costas ecuatorianas.
Los “huacos retratos” de la cultura mochica son otra prueba de que el Anunnaki Naylamp venía de América central con una comitiva de olmecas. Si bien la cultura Mochica es posterior a la cultura Lambayeque (la que fundó Naylamp), esta se desarrolló en la misma región. Si algunos de los olmecas que llegaron con Naylamp se asentaron en esa zona de la costa del Perú. su presencia tendría que estar registrada en las expresiones artísticas de algunas culturas. En la valiosa colección de “huacos retratos” mochica expuesta en el Museo Rafael Larco Hoyle de Lima encontramos varios rostros con evidentes rasgos africanos y asiáticos. La conexión es evidente.
Otro elemento importante a considerar son las construcciones de barro, especialmente las de la cultura Chimú, cuya semejanza con los zigurats sumerios y otras construcciones babilónicas es remarcable. Si bien el Anunnaki Naylamp llegó a las costas del Perú con un grupo de olmecas, existe la posibilidad de que unos pocos sumerios estuvieran en su comitiva. El mismo Anunnaki Naylamp o alguno de estos sumerios podría haberles transmitido herméticamente este tipo de conocimientos arquitectónicos a los nativos, quienes lo habrían pasado de generación en generación hasta llegar a los chimúes.

Ziggurat sumerio y pirámide Chimú,
A la derecha podemos ver una de las pirámides de Túcume de la cultura Chimú, y a la izquierda el ziggurat sumerio de Ur cuando recién se empezaban los trabajos de restauración. La semejanza es evidente.
Según el razonamiento desarrollado llegamos a la siguiente conclusión: Naylamp fue uno de los últimos Anunnaki que llegó a tierras peruanas.

La última expedición Anunnaki a América

Hagamos el recuento de las visitas o expediciones que los Anunnaki hicieron a América.
Un primer grupo de Anunnaki habría llegado a Tiahuanaco, cuando el lago Titicaca estaba conectado con el océano pacifico, en algún momento entre el 15,000 a.C. y el 40,000 a.C. Este grupo estuvo conformado por Anunnakis, sumerios y algunos africanos. Luego de extraer el oro de la región altiplánica, este primer grupo descendió hacia la región de Sechín, en la sierra central del Perú, en busca de más minerales.
Un segundo grupo de Anunnaki habría llegado a las costa norte del Perú para dirigirse hacia la región de Sechín, alrededor del 3,000 a.C. Este segundo grupo habría estado conformado por Anunnakis, olmecas, africanos y algunos indoeuropeos. En Sechín, se habría librado una encarnizada batalla entre el primer grupo que bajaba de Tiahuanaco y este segundo grupo que llegaba a Sechín desde la costa.
Este enfrentamiento que puede parecer una explicación antojadiza de los orígenes de algunas culturas pre-colombinas, tiene referencias explícitas en los relatos sumerios sobre los Anunnaki.
Según Zecharia Sitchin, los hijos del jefe Anunnaki Anu (Enki y Enlil) se enemistaron a causa de la explotación del oro en el sur del continente africano y esta enemistad habría continuado a América latina con sus seguidores. Esto explicaría el enfrentamiento entre olmecas y tiahuanacos ilustrado en las piedras talladas en el memorial de Sechín.
Sobre este punto ya hemos expuesto nuestros argumentos en una entrega anterior, sólo queremos recordar aquí que las representaciones humanas encontradas en las piedras de Sechín muestran personajes ataviados a la usanza olmeca y con rasgos físicos no originarios de esta parte del mundo.
Naylamp representa la tercera oleada de Anunnakis que llegaron a las tierras del antiguo Perú. Este grupo habría estado formado por un grupo numeroso de olmecas, algunos africanos y unos pocos Anunnaki. No descartamos la posibilidad que Naylamp haya sido el único Anunnaki en esta tercera expedición.

Ziggurat y pirámide de Túcume, Anunnaki
A la izquierda podemos apreciar el ziggurat de Ur totalmente restaurado, y a la derecha podemos ver una maqueta de lo que habrían sido las pirámides de Túcume originalmente. Una vez más, la similitud es evidente. Tomemos en cuenta que los ziggurats son mucho más antiguos que las pirámides de Túcume.
Cabe destacar un último detalle importante sobre el Anunnaki Naylamp. Naylamp es uno de los pocos dioses del antiguo Perú sobre el que existe un relato detallado de su existencia, un relato que nos permite investigar quién podría haber sido y de dónde podría haber llegado.
Basándonos en el relato del cronista español Cabello de Balboa y la información presentada en esta entrega y la anterior, Los Divulgadores sostenemos que  Naylamp no era un Anunnaki cualquiera y no venía en una expedición oficial. Para nosotros, Naylamp era un Anunnaki que se rebeló contra el sistema y decidió crear su propio imperio en las costas del antiguo Perú. Esta historia será motivo de una entrega especial dedicada al Anunnaki rebelde.
En la próxima y última entrega de esta serie analizaremos el recorrido del “Dios de los báculos” quién, para nosotros, es el Anunnaki que creó la cultura Tiahuanaco.

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